Una contribución de La luna con gatillo a la edición impresa del periódico Resumen Latinoamericano
Por
Santiago San Paulo
Marcelo Allasino. Director Ejecutivo del I.N.T. (Instituto Nacional del Teatro)
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La crisis es el estado
del teatro. El teatro, en tanto arte, no conoce otro estado. En tanto objeto
estético contracultural, en tanto problematización de los valores sociales,
como convención desobediente, como actividad simbólica terrorista, el teatro no
tiene escapatoria de esta sazón de peligro frente a las capas del poder. Ataca
las subjetividades, construye destruyendo, se interesa por la historia, por el
azar, por la alteración, por la conmoción. La crisis es el pantano donde este
cocodrilo feo, y raro que es el teatro, sabe respirar. Siempre a punto de
desaparecer. ¿A quién le importa si hoy en vez de ir a ensayar me tomo un vuelo
a Indonesia? por decir un lugar lejos, con perdón de los aventureros
excéntricos. Y así raquítico, perseguido, sucio, nómade, el teatro aún preserva
su fuerza criminal, tan incisivo su corte sobre las personas que lo eligen, tan
hiriente sobre el cuerpo de los sujetos que lo buscan, teatreros y espectadores
todos creadores, protagonistas del teatro. ¿A quién le importa si en vez de ir
al teatro voy a comer una pizza? por decir una cosa superficial con perdón de
los maestros pizzeros. Desde que el teatro dejó de ser masivo siempre estuvo
ajustado y fueron de estas brazas encendidas desde donde sacó sus mejores
cartas creativas. En los 60´ y 70´ Córdoba formó grandes filas de resistencia a
su eliminación: el Libre Teatro Libre, el grupo Estudio1, La Chispa, el T.I.C.,
el regreso de la democracia en los 80´ trajo la ola de espectáculos
internacionales que abrieron los horizontes imaginativos a artistas locales, el
Festival Latinoamericano de Teatro y en los 90´se abrieron la mayor cantidad de
espacios para la investigación y el desarrollo de actividades escénicas, salas
que inauguraron con escasos recursos económicos y de difícil sostenimiento,
muchas que sobreviven hasta hoy. En 1994, por el impulso y la lucha
administrativa de presión política por parte de hacedores de todo el país, se
creó la Ley del Instituto Nacional del Teatro para estimular la actividad
teatral independiente (destinar presupuesto del Estado Nacional para su
ejecución autárquica), y fomentarla mediante programas, subsidios, apoyos a
grupos y salas aprobados por el Consejo de dirección integrado por
representantes del quehacer teatral de todo el país, organizado por regiones.
El espíritu de la Ley es federal y su modo de funcionamiento legislado en el
cuerpo legal de creación del ente por la toma de decisiones a través de las
reuniones de Consejo informadas en actas públicas. Así mismo las políticas de
gobierno del I.N.T. varían, se ajustan más o menos al carácter federal de la
ley en cuanto a la toma de decisiones, según personas y sus equipos que dirigen
la entidad (cambian por normativa cada dos años). Sin duda es para el teatro un
espacio institucionalizado digno de cuidar, más no de adular. La regulación de
la actividad teatral independiente de todo el país trajo consigo, entre otras
dificultades para los hacedores, un dote institucionalizante, situación más que
peligrosa para el resguardo de la libertad en el arte del teatro. Muchos
artistas quieren pertenecer a las élites que legitima el I.N.T y las
producciones se ajustan a los tiempos, necesidades y estéticas requeridas por
el ente oficial. Algo similar sucede con los subsidios y premios estímulo
otorgados por el gobierno de la provincia de Córdoba y la Municipalidad. Los
recientes dichos de Federico Irazábal, director de Festival Internacional de
Buenos Aires y representante del Ministerio de Cultura de la Nación frente al
I.N.T., con respecto a la producción teatral de interior del país puso el grito
en el cielo de artistas que no son de Buenos Aires. Ante la pregunta de un
periodista del diario de mayor tiraje en el país para una entrevista impresa a
raíz del lanzamiento de una nueva edición del F.I.B.A., el funcionario lanzó:
“No hay teatro del interior porque le pedí al jurado que eligiera lo mejor”. El
concepto de calidad que arriesgó Irazábal, autopromocionado como intelectual
del teatro, puso en duda su gestión frente a colectivos de diferentes provincias
que exigieron su renuncia a la representación del Ministerio de Cultura frente
al I.N.T. Ministerio que dicho sea de paso ya no es Ministerio. Entre gallos a
la publicación de esta nota oímos que el presidente Mauricio Meacri decretó
juntar presupuestos con Educación. Los artistas más o menos me imagino, pero me
pregunto, por otro lado, ¿y los docentes dónde están? ¿Van al teatro? ¿Quieren
que sus estudiantes puedan gozar estéticamente del lenguaje artístico? Mientras
no pensemos cuestiones estructurales, políticas, el problema que nos seguirá
convocando será momentáneo viendo cómo llevar 50 o 100 espectadores más a cada
sala por fin de semana. No se piensa el público en millones y por lo tanto lo
mejor siempre es seguir trabajando de manera autogestioanda (como practican tan
fluidamente cirqueros y titiriteros), buscando, a veces encontrando, nuevos
horizontes. Este año la provincia cierra el Teatro Libertador San Martín para
refacciones (que pagará España por un contacto del secretario de cultura de la Municipalidad
de Córdoba Francisco Marchiaro, otrora director del Centro cultural España
Córdoba). Comienzan las obras para la recuperación del Teatro Municipal Comedia
(quemado hace diez años, luego de muchas promesas municipales -2 gestiones de
Ramoncito Mestre- lo paga la provincia). Ambos teatros públicos no tienen una
política de gestión clara y aunque usted no lo crea nada hay ahí para el campo
independiente. El Teatro Real de la provincia, hace más de cinco años inaugura
sus temporadas con teatro comercial, casi siempre de Buenos Aires. Deducimos
irónicamente: el Estado no nos quiere. Mientras esperamos que reinauguren el
Comedia (Municipalidad) y el San Martín (Provincia) para Abril del 2019 con la
venida del rey de España al congreso de la lengua. ¿Y si encapuchamos los
edificios? ¿Qué van a decir de Córdoba? la provincia donde el macrismo saca el
mayor porcentaje de votos que nunca antes había logrado en una elección y donde
el mismo gobierno nacional denuncia haber encontrado una célula terrorista para
justificar terribles saqueos a espacios culturales ( de instrumentos musicales,
materiales para el deasarrollo del arte plástico e intervenciones callejeras,
equipos tecnológicos y toda cartelería referida a la desaparición de Santiago
Maldonado, mediante allanamientos ordenados por el fiscal Dalma luego de la
última marcha contra el gatillo fácil donde muchas organizaciones ligadas al
oficio del arte plástico y escénico acompañaron a las familiares de víctimas de
gatillo fácil un año más por las calles visibilizando su lucha por la aparición
de sus hijos, hermanas y padres asesinados por la policía de Córdoba, el
esclarecimiento de las causas, y el abuso de autoridad por parte de las fuerzas
de seguridad cordobesas en un marco de total impunidad avalado por el estado
policializado de las cosas. En términos simbólicos este estado se traslada al
teatro, y también socava, aunque usted no lo crea en el campo escénico
independiente donde la competición, la meritocracia, el lobby, el cholulismo
socava hondo. Para pertenecer (lograr favores, dinero y condecoraciones) se
debe ser un buen sirviente, acusar a quienes puedan oponerse contingentemente
como competencia e invisibilizar a quienes se resisten a competir. Al decir de
Alberto Ure actor, director y escritor teatral recientemente fallecido y
Ricardo Bartís actor y director del Sportivo Teatral del circuito Off de Buenos
Aires: “Hay que sacarse la careta, la cancha sigue con niebla” y ponerse a
laburar el lenguaje cara a cara o con capucha, pero con careta no. ¡Warning!
Wet Floor. Si el criterio de calidad para los representantes del Instituto
Nacional del Teatro es el grupo de República Chec(t)a que acaban de traer para
hacer girar por Argentina, entonces estemos tranquilos. El Estado no nos
quiere, y no está del todo mal para nosotros que así se sea, podemos hacer de
las nuestras. Con una pata en la técnica del tacto y el ojo y la otra en el
barro para buscar con filósofo contemporáneo Alain Badiou: Un teatro afilado
para todos.
Héctor Grillo Reconocido Actor del Under Cordobés. Nacido en Lanús, Provincia de Buenos Aires, (salió de gira eterna el 28 de Octubre del 2007) |
*LA LUNA CON GATILLO: Una crítica política de la cultura
Jueves de 19 a 20.30 horas en vivo por Radio Eterogenia (www.eterogenia.com.ar), la radio del Centro Cultural España Córdoba.
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