Libros para el cambio social.
Reseña de Más que sonidos. La música como experiencia, de Alejandro Vainer
Por Mariano Pacheco
(La luna con gatillo/Resumen
Latinaomericano)
“De lo que se trata es de
devolverle el cuerpo a la música”, escribe Alejandro Vainer en Más que
sonidos. La música como experiencia, su último libro publicado por Topía,
la editorial que surgió del trabajo de la revista que desde hace veintiseis años sale a
las calles tres veces por año y de la cual Vainer es el coordinador general y
Enrique Carpintero, su director.
El libro parte de una afirmación
(“no es posible escribir por fuera de la propia historia de cada uno”) que se
hace carne ya en las primeras páginas de la publicación, donde el autor repasa
siete momentos de su vida (entre 1974 y 2013) en los cuales la música aparece
como momento fundamental de su existencia: de los discos de sus padres y el
intercambio de discos con compañeros de estudio hasta la asistencia a un primer
recital, pasando por la lectura de revistas para encontrar nuevas aventuras
musicales, para cerrar con el redescubrimiento de melodías a partir del vínculo
con sus propios hijos. Un movimiento que va desde el vinilo a youtube, pasando
por el CD.
Entre el psicoanálisis y el
sindicalismo
Vainer parte de un análisis (un
auto-análisis) respecto de la pregunta por el propio aparato conceptual a
partir del cual se escribe sobre la música, para desembocar en la materialidad
de las relaciones de producción en la que se desenvuelven hoy en día los
músicos, expuestos a la precarización laboral pero también a los ataques de
pánico y la depresión. “Más de la mitad de los músicos tienen dificultad de
encontrar ayuda en el sistema de salud por lo bajo de sus ingresos y los
elevados costos”, sostiene el autor, quien destaca las investigaciones que
indagan en cómo les afecta a los músicos, por ejemplo, afirmaciones del tipo
“tienen que buscar un trabajo en serio”, que ponen en evidencia que mientras que
muchos sostienen que la música es “sanadora”, gran parte de quienes la producen
se “enferman”. También se desanudan otros mitos, aunque más relacionados con el
campo psi, sobre todo respecto de la relación de Freud (y muchos
psicoanalistas) con la música, tensión que el autor supo sobrellevar, puesto
que además de trabajar en el ámbito clínico supo sostener su predilección por
el piano, incluso siendo parte del trabajo musical (en 2011) de El blus del
psicoanalista, obra de su colega César Hazaki.
El libro también indaga sobre la
tensión entre poder y resistencia que se presenta en la música. Así, parte de
un análisis de los campos de concentración durante la Alemania nazi pero
también, en los más de trescientos cuarenta campos de detención y exterminio que tres décadas
después los militares argentinos instalaron en varias provincias del país
para arribar a la conclusión de que la música funcionó en aquellos sitios tanto
para “sonorizar sádicamente la degradación y la muerte” como para “convertirse
en parte de la reorganización de las defensas del sostén subjetivo”. Todo
dependió del sujeto en cuestión, tema por demás abordado en los primeros
capítulos.
La música con sujeto
Retomando la frase de León
Rozitcher que supo dar título a un famoso texto suyo de la década del 60 (“La
izquierda sin sujeto”), Vainer recupera aquí una música con tripas, baile,
historias y pasiones, cuerpos, clases sociales.
El tríptico
“individual-familiar-social”, así como el de “clase-género-generación” resultan
fundamentales para comprender las teorizaciones de Carpintero (reconocido por
Vainer como un maestro) retomadas en este libro por el autor. A saber: la
que anuda el entramado del aparato psíquico y el biológico con el aparato
cultural, entendiendo que cada uno se rige por “leyes específicas” (las
leyes del proceso primario y secundario del psicoanálisis freudiano en el
aparato psíquico; las leyes físico-química y anátomo-fisiológica en el aparato
orgánico y las determinaciones económicas, políticas y sociales de la
perspectiva marxista crítica en el aparato cultural) pero en interrelación
(“la cultura está en el sujeto y el sujeto en la cultura”). Así, sostiene
Vainer, la música deja de ser un “arte inmaterial” para pasar a ser una
“experiencia corporal” que trasciende lo sonoro implicando los cuerpos, que
tienen una historia singular y una cultura que modela cada experiencia
particular, tras una serie de huellas que involucran la clase social, el género
y la generación.
En esta clave, entonces, para
Vainer la música es “contacto con otros”, una vivencia donde siempre está
presente el otro (en clave spinocista, a través de la música o hablando de
ella, siempre nos topamos con cuerpos siendo afectados por otros cuerpos). De
este modo, el libro busca “zafarse” de los reduccionismos, que enumera y
cuestiona (biologicista, psicologista, sociologista).
Bonus track
Como para guiar al lector en las
sendas de los sonidos, el libro contiene una recomendación para que quienes
deseen hacerlo puedan fácilmente acceder a algunas de las canciones mencionadas
en el texto ingresando a un rincón virtual de la propia página web de la
revista (www.topia.com.ar/ masquesonidos).
Finalmente, no está de más
destacar que, así como el libro parte de una experiencia “corpo-subjetiva”
singular (la del propio autor), también analiza los modos en que muchos de
nosotros hoy estamos atravesados por los nuevos modos de escuchar la música,
enlazados con una historia colectiva. Tratándose de La luna con gatillo,
un proyecto cultural que toma el nombre del poema de Raúl Gonzálz Tuñón y que
se identifica con un logo que es una persona con cresta apuntando su rifle
hacia el cielo (en la gráfica del artista plástico Diego Abú Arab), no puede
dejar de destacarse el pasaje del libro donde se aborda el erotismo de los
cuerpos en sus múltiples relaciones con la música, sobre todo con la música en
vivo, y más precisamente con aquella que incita al pogo, como la de Sex
pistols, ritmos de punk rock citados en el libro en pie de igualdad junto el
rock más clásico, el tango y el jazz.
El libro se presenta el sábado 12
de agosto a las 16.30 horas en The Cavern Club en Av Corrientes 1660 (1° piso de
Paseo La Plaza), Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Días antes de la presentación,
Alejandro Vainer conversó con La luna con gatillo sobre las tareas de
formación intelectual, el vínculo entre rigurosidad teórica y divulgación y
los esfuerzos que hoy (en plena era digital) implican seguir sosteniendo la
producción de libros y revistas en formato papel. A continuación, compartimos
un link al audio con esta entrevista completa:
*LA LUNA CON GATILLO: Una crítica política de la cultura: jueves de 19 a 20.30 horas en vivo por www.eterogenia.com.ar.
Agencia Resistir y Luchar
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