De locuras financieras y malas costumbres históricas: la deuda externa argentina
Cómo es el invento financiero que nos legaron los ingeniosos de la economía macrista y de dónde viene esta mala costumbre de endeudar al pueblo argentino.
Por Tomás Astelarra
Después de tanto hablar de la pachamama, el decrecimiento, las
nuevas formas de economía popular o autogestiva, vamos a caer un
poco a tierra. Bueno en realidad en como vendernos el aire como
tierra. Vamos a empezar a hablar un poco del sistema financiero
internacional y su historia.
Vamos a arrancar con Argentina, y sin querer competir con al
Dorso, hablar de la deuda externa. Aprovechando este nuevo logro
argentino, que además de inventar el dulce de leche, la birome y el
buzón, ahora inventamos el bono a 100 años, que los expertos
lectores del Financial Times calificaron como la locura más grande
del mundo en materia financiera. Pero tranqui, que no es historia
nueva. Parece que Don Mauricio no inventó nada. Se copió la prueba.
Con diferente maestro.
Algunos piensan
que las invasiones inglesas fueron rechazadas por las masas populares
y las ollas de aceite hirviendo en 1806 o 1807. Pero las verdaderas
invasiones inglesas fueron en 1922, pa ser exactos el 19 de agosto,
cuando la la Junta de Representantes de la Provincia de Buenos Aires
sancionó una ley que facultaba al gobierno a "negociar, dentro
o fuera del país, un empréstito de tres o cuatro millones de pesos
valor real".
Así don Bernardino Rivadavia, sobre los cadáveres o exilios de
Moreno, Belgrano, San Martín y otros héroes de la patria nos legó
la famosa deuda externa.
También creo la policía bonaerense o la papeleta de conchabo con
la que dio trabajo esclavo a las empresas y mandó a la guerra a
todos los gauchos, indios, negros o cualquier hombre libre o sin
tierra. Entre otras cosas los mandó a la guerra contra el único
país sudakamericano prospero autónomo de los ingleses, Paraguay.
¿Se acuerdan de la triple alianza?
Pero vamos a los números. El dichoso préstamo con la Baring
Brothers de Inglaterra fue por 1.000.000 de libras
esterlinas para ser utilizado en pos del “desarrollo” del
pueblo argentino. Para la construcción del puerto
de Buenos Aires, el establecimiento de pueblos en la nueva frontera,
y la fundación de tres ciudades sobre la costa entre Buenos Aires y
el pueblo de Carmen
de Patagones. Además debía dotarse de agua
corriente a la ciudad de Buenos Aires. Como siempre: facilitar el
comercio internacional, matar a los indios, y beneficiar a la clase
alta porteña.
La tasa fue de 6% anual, más 1% de amortización más 1% de comisión a la Baring Brothers, que además se llevó 150.000 libras
por la diferencia de la cotización, parte de la cual fue para el consorcio argentino que facilitó el préstamo. Además como no se
había especificado como llegaba el dinero a Argentina, el dichoso
consorcio decidió que la mejor manera era enviando letras giradas
contra casas comerciales de prestigio que dieran garantías en Buenos
Aires. No por casualidad, una de esas casas comerciales era la de
Robertson y Costas, dos miembros del consorcio. Al final, del
millón de libras que totalizaba el mismo, sólo llegaron a Buenos
Aires unas 570.000, en su mayoría en letras de cambio y una parte
minoritaria en metálico. Don Bernardino, admirador de las ideas de
Jeremy Bentham, autor de “En defensa de la usura” no sólo había
inventado la deuda externa. También la cometa. Los fondos buitres
ya existían de antes.
La bendita deuda externa de Rivadavia se terminó de pagar en
1947, recién los argentinos empezábamos a saber quien era Perón y
faltaba un año para que un joven Franco Macri llegara de Italia. Después de la segunda guerra mundial el nuevo maestro de las finanzas
comenzaba a hacerse fuerte. Entre el 1 y el 22 de julio en el
complejo hotelero de Bretton Woods, New Hampshire, United States, se
creaba el FMI y el Banco Mundial. Poco a poco se iba abandonando el
patrón oro para basar el complejo sistema financiero mundial en el
bendito dólar, que según estadísticas del narcoespecialista gringo
Jonathan Ott hay un 90% de probabilidades que tenga cantidades
importantes de cocaína. Pero esa es otra historia.
Aquí, el audio de la columna emitida el 13 de julio en La luna con gatillo:
Aquí, el audio de la columna emitida el 13 de julio en La luna con gatillo:
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