Raros
somos todos: lo humano es raro
Este
jueves, 20 de abril, comienza una nueva edición del ciclo de cine
“Raros: raros somos todos”, que anualmente se lleva adelante en
el bar L`Ecole Bon Apetit.
Cada
año el ciclo elige una temática para ser trabajada y desde ese eje
seleccionan los films. La primera proyección será “Paterson”, de Jim
Jarmusch, desde las 20 horas en la calle Ayacucho 333 (a metros de la
Plaza de la intendencia). El ciclo continuará los días 15 de mayo,
15 de junio, 6 de julio, 24 de agosto, 4 de septiembre y 5 de
octubre, y contará con la participación, en calidad de
“comenatristas”, del periodista Carlos Schilling, el dramaturgo
Jorge Villegas, los escritores Carlos Busqued y Eugenia Almeida y el
profesor Gabriel Giorgi. Los films seleccionados para cada ocasión
pueden consultarse en la página de Facebook Raros somos todos.
En diálogo con La luna con gatillo, la psicoanalista Claudia Huergo (una de las organizadoras del ciclo) sostiene que, tomando las palabras de Fernando Sabater, entienden al cine como “un dispositivo de intensificación”. “La sensibilidad no es un dato natural. Necesitamos toda clase de artificios y disciplinas que recreen nuestra mirada, redefinan nuestra sensibilidad y afilen nuestra atención hacia lo existente”, comenta, y agrega que esta iniciativa, que se desarrolla por sexto año consecutivo, toma el nombre del film “Yes, we fuck”, un documental que se propone abordar la sexualidad de personas con diversidad funcional, los mal llamados “discapacitados”. “Yes, we fuck es pura afirmación”. Desde la organización del evento sostienen que, cuando “estábamos tan cómodos diciendo quienes tenían un cuerpo, y para qué; cuando nos imaginábamos ya casi sin margen de error, a quienes les estaba permitido el placer y el amor, de qué formas, con qué o con quienes; cuando, finalmente, habíamos atrapado en el cielo del cuidado y la medicalización a muchos, justo de ellos, de los ángeles, nos llega como una patada a los ojos abiertos esta afirmación: "Yes, we fuck”.
Este año, bajo el título “Occupy everthing”, el “Raros” se propone “ocuparlo todo, poblarlo todo”. “Habitar plenamente. Multiplicar las relaciones y las conexiones. La telaraña de la autoorganización. Los agitadores de la piel”, puede leerse en la convocatoria, que agrega: “ficciones comunes como lentes de aumento y amplificadores de lo que hay. La piel es eso. Corrientes de simpatía. La piel es eso: tejido artesanal de potencias situadas”, para agregar: “existen ya mil articulaciones. Partimos de lo que hay. Un cierto saber hacer con lo que nos hace. Educar la disponibilidad. La apertura. Barajar de nuevo lo posible y lo visible en un sentido más intenso”. Y finalmente rematar: “ni hacer el vacío, ni arrancarnos los ojos: atender lo desatendido. Acompañar, favorecer los distintos puntos de potencia. Hacer crecer”
El ciclo, mucho más que una simple proyección de films, se ha transformado con el correr de sus ediciones en un auténtico lugar de encuentro, de camaradería, de promoción de la conciencia crítica, que es -podríamos decir- también un modo diferente de actuar, de sentir. “Qué mejor que el dispositivo del cine para generar esa conexión y qué mejor que el dispositivo de trabajo en taller-debate para movilizar reflexión, discusión e intercambio”, remata Huergo.
En diálogo con La luna con gatillo, la psicoanalista Claudia Huergo (una de las organizadoras del ciclo) sostiene que, tomando las palabras de Fernando Sabater, entienden al cine como “un dispositivo de intensificación”. “La sensibilidad no es un dato natural. Necesitamos toda clase de artificios y disciplinas que recreen nuestra mirada, redefinan nuestra sensibilidad y afilen nuestra atención hacia lo existente”, comenta, y agrega que esta iniciativa, que se desarrolla por sexto año consecutivo, toma el nombre del film “Yes, we fuck”, un documental que se propone abordar la sexualidad de personas con diversidad funcional, los mal llamados “discapacitados”. “Yes, we fuck es pura afirmación”. Desde la organización del evento sostienen que, cuando “estábamos tan cómodos diciendo quienes tenían un cuerpo, y para qué; cuando nos imaginábamos ya casi sin margen de error, a quienes les estaba permitido el placer y el amor, de qué formas, con qué o con quienes; cuando, finalmente, habíamos atrapado en el cielo del cuidado y la medicalización a muchos, justo de ellos, de los ángeles, nos llega como una patada a los ojos abiertos esta afirmación: "Yes, we fuck”.
Este año, bajo el título “Occupy everthing”, el “Raros” se propone “ocuparlo todo, poblarlo todo”. “Habitar plenamente. Multiplicar las relaciones y las conexiones. La telaraña de la autoorganización. Los agitadores de la piel”, puede leerse en la convocatoria, que agrega: “ficciones comunes como lentes de aumento y amplificadores de lo que hay. La piel es eso. Corrientes de simpatía. La piel es eso: tejido artesanal de potencias situadas”, para agregar: “existen ya mil articulaciones. Partimos de lo que hay. Un cierto saber hacer con lo que nos hace. Educar la disponibilidad. La apertura. Barajar de nuevo lo posible y lo visible en un sentido más intenso”. Y finalmente rematar: “ni hacer el vacío, ni arrancarnos los ojos: atender lo desatendido. Acompañar, favorecer los distintos puntos de potencia. Hacer crecer”
El ciclo, mucho más que una simple proyección de films, se ha transformado con el correr de sus ediciones en un auténtico lugar de encuentro, de camaradería, de promoción de la conciencia crítica, que es -podríamos decir- también un modo diferente de actuar, de sentir. “Qué mejor que el dispositivo del cine para generar esa conexión y qué mejor que el dispositivo de trabajo en taller-debate para movilizar reflexión, discusión e intercambio”, remata Huergo.
Los primeros jueves de cada mes, hasta octubre, a las 20 horas en Ayacucho 333. |
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