Ocho puntos a modo de recomendación de un libro que hace pensar, sentir e incita a la acción transformadora.
Por Mariano Pacheco (La luna con
gatillo)
En
una cuidadísima edición de tapa dura, editorial Interzona publicó recientemente
La verdadera vida (un mensaje a los
jóvenes) de Alain Badiou, texto en el que el pensador francés de
ochenta y nueve años vuelve a definir la tarea de la filosofía como una
actividad para “corromper” a la juventud, a quien interpela a romper con la
“falsa vida” para poder adentrarse en la aventura de conquistar la vida
verdadera, en alianza con los más viejos, hoy descartados por una sociedad que
no hace más que trazar continuamente una línea de “culto a la juventud”.
1. ¿Qué es una verdadera vida?
Tal
el tema y única pregunta de la filosofía, dice Badiou, quien define la misión
del filósofo como la de “corromper a la juventud” (lejos del poder, el dinero y
los placeres, esta corrupción sólo tiene por objeto mostrar a la juventud que
hay algo superior a todo eso y que vale la pena ser experimentado). “Fundamentalmente, corromper a la juventud
significa una sola cosa: tratar de hacer que la juventud no entre en los
caminos trillados, que no sea simplemente consagrada a una obediencia a las
costumbres de la ciudad, que pueda inventar algo, proponer otra orientación por
lo que respecta a la verdadera vida”.
2. ¿La vida verdadera está
ausente?
Partiendo
de la afirmación del poeta francés Rimbaud, Badiou destaca que la filosofía
muestra que la verdadera vida no siempre está presente pero tampoco -nunca- completamente ausente. La “vida
falsa”, entonces, es lo que reduce la existencia a la lisa y llana satisfacción
de las pulsiones inmediatas.
3. Los enemigos de la verdadera
vida
Badiou
señala por lo menos dos:
En
primer lugar la pasión por la vida inmediata, la que presenta un
porvenir oscuro o invisible, una vida desprovista de significado.
En
segundo lugar la pasión por el éxito, la que propone encontrar un buen
lugar en el orden existente (régimen del proyecto eficaz, bien construido). “La vida se convierte entonces en la suma de
las astucias para estar bien establecido”.
4. El culto actual a la juventud
Badiou
plantea que hoy en día atravesamos un momento histórico en el que se ha
invertido el antiguo culto a los ancianos, a quienes se equiparaba con sabios. Y
si bien en la práctica se concentra el poder en personas de mayor edad, la
ideología de la época es juvenilista. Los viejos quieren permanecer jóvenes más
que los jóvenes volverse adultos, señala el autor de El ser y el
acontecimiento quien -para graficar lo que escribe- pone como ejemplo la
frase “estar en forma”: sea haciendo gimnasia, realizándose cirugías estéticas
o lo que fuera.
A
diferencia de épocas anteriores, hoy ya no habría un momento de “iniciación” en
la vida adulta (como antes lo era el servicio militar o el casamiento, y para
el 90% de la población, el ingreso a la fábrica). Esta situación, por lo tanto,
arroja a la juventud a una suerte de “adolescencia infinita” así como empuja a
los adultos a una suerte de estado de “puerilización”, plenamente atado a una
lógica de mercado. “El adulto se
convierte en aquel que tiene un poco más de medios para comprar más juguetes de
los que tiene el joven. La diferencia es más cuantitativa que cualitativa”,
destaca Badiou.
5.
El reverso del culto juvenil
La
misma sociedad que idealiza la situación juvenil es la misma que termina tomada
por un miedo a la juventud, sobre todo a la juventud de los sectores populares.
Se les teme, insiste el ex filósofo maoísta, por su errancia y desorientación
(no se sabe qué es, y sobre todo, qué puede). De allí que una amplia franja de
la juventud de las grandes ciudades sea considerada un grave problema. “La cantidad de leyes represivas, de
prácticas policiales, de pequeñas encuestas, de procedimientos expresamente
destinados a tratar ese miedo a la juventud es un síntoma totalmente
considerable” insiste.
6.
La imposición de la lógica del dinero
La
salida del mundo jerarquizado de la tradición no propuso una simbolización no
jerárquica, arriesga Badiou quien sostiene que -ante esta situación de
desorientación de la juventud- se nos propone al dinero como referente universal.
Propuesta que se desarrolla por una doble vía. Por un lado, con la apología
ilimitada del capitalismo y sus libertades vacías. Por otro lado, con el deseo
reactivo de un retorno a la simbolización tradicional (jerárquica). ¿Qué hacer
entonces?
7.
Una idea militante
El
autor de Manifiesto por la filosofía propone tejer una alianza entre los
más jóvenes y los más viejos. “Los más
rebeldes de los menores de treinta y los más duros de los mayores de sesenta,
contra los cuarentones y los cincuentones bien instalados” (¿qué haremos
los que pasamos los treinta y no hemos llegado a los cuarenta? De eso no dice
nada el filósofo contemporáneo).
8.
Una tarea en medio de la crisis
“La tarea del mundo que vendrá será encontrar
lo que podría ser una libertad creadora, afirmativa” sostiene Badiou, quien
caracteriza el momento actual como el de una situación de crisis que sacude y
destruye los últimos restos de la tradición pero sin dejar ver la vertiente
positiva de esa crisis (libertad bajo el modo de ausencia de ciertas
prohibiciones). Esta libertad consumista que nos atraviesa no parecería fijar
ninguna orientación hacia una idea nueva de la verdadera vida. Nuevamente: ¿qué
hacer entonces? El autor de El siglo insiste en la necesidad de
emprender la tarea de invención de una nueva simbolización igualitaria (la
convicción de la “idea comunista”, según la define) que se plante contra la
rutina de lo simbólico “en el agua helada
del cálculo capitalista”. Y finaliza con una interpelación directa a las y
los jóvenes que lo lean, afirmando que si bien está aquello de lo que son
capaces, también está aquello de lo que no saben todavía que son capaces, eso
que define como “lo más importante”, a saber: lo que se descubre cuando se
encuentra algo imprevisible.
Y
remata: “Está
lo que ustedes quieren construir; aquello de lo que son capaces, pero también
los signos de aquello que los invita a partir, a ir más allá de lo que ustedes
saben hacer, construir, instalar. El poder de la partida. Construir y partir.
No hay contradicción entre ambos. Saber renunciar a lo que se construye porque
algo distinto les hizo una señal en dirección a la vida verdadera”.
Con estas líneas hacemos esta recomendación de un libro que, entendemos,
hace pensar, sentir y también, incita a la acción transformadora de lo dado.
*LA LUNA CON GATILLO: Una crítica política de la cultura
Jueves de 19 a 20.30 horas en vivo por Radio Eterogenia (www.eterogenia.com.ar), la radio del Centro Cultural España Córdoba.
Fanzine digital de actualización diaria: https://lepondregatilloalaluna.blogspot.com.ar.
muchas gracias Mariano para que pasen de mano en mano los conocimientos lo tenemos a ud
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