lunes, 13 de noviembre de 2017

Reseña del disco "Épocas: expresión colectiva por un NO al Neoliberalismo"

 Por Germán Pighin



"No nos engañamos creyendo que en lo adelante todo será fácil; quizás en lo adelante todo sea más difícil". 1959, entrada triunfal a La Habana.
  
Más de una decena de artistas de primera, de distintas trayectorias y estética musical se unen para dar un mensaje claro y conciso: decirle NO a las políticas neoliberales que se están llevando a cabo en el continente.
Van a interpelar nuestros oídos a lo largo de más de una hora y media, lo que dura el compilado, bandas como El violinista del amor y los pibes que miraban quienes junto al amigo de la casa, Vicente Zito Lema le ponen música a su poema Épocas, que abre el disco.
Lo siguen La Lija, El cuarteto Cedron, La Orquesta Típica Fernández Fierro y La Delio Valdez que, junto a solistas como Juan Falú y Josefina García van dando forma track a track a este grito colectivo.
Como reza el Manifiesto que acompaña este lanzamiento:
“(…) El neoliberalismo es la forma que toma la cultura de los intereses ajenos al pueblo americano y su principal estrategia es la de separar a los pueblos de sus realidades territoriales.”
Así pues, en Nuestramérica hemos perdido una batalla, vemos como día a día estas políticas construyen hegemonía en tanto las aspiraciones individuales (formateadas en base a la meritocracia) van pasando por encima de los sueños colectivos de otros mundos posibles.
Hay una lectura acertada de estos gobiernos liberales sobre quiénes somos como sociedad, eso es lo que le permite construir ciertos consensos; pero la avanzada de la derecha también habla de la falta de una estrategia, no solo en el plano económico- político sino sobre todo cultural, del campo popular para evitar que eso ocurra.
Marx nos señala “las ideas dominantes de una época son las ideas de la clase dominante”. Para ejemplificar: nos venden intereses particulares como construcciones universales.
Andábamos, entonces, necesitando de un compilado cargado de simbolismo y de este puñado de músicos que se plantan ante este discurso para que la cultura popular vaya recuperando palabras que le eran propias como: “cambio” o “alegría”. Recuperarlas, apropiarse y resignificarlas en clave de resistencia transformadora, en clave emancipatoria.
Releer el pasado reciente, asumirlo como propio, hacer notar que, por ejemplo, en los ‘90 en medio de una derrota histórica, la cultura popular en general y la música en particular fueron el nexo (para muchos de nosotros) y el sentido de pertenencia de un colectivo contracultural que veía con recelo la política institucional; y que en ese “no futuro” vislumbraba un camino de resistencia ante el avance antipopular de los gobiernos de la pos dictadura.
¿Qué paso con esa bronca después de más de una década de gobiernos neodesarrollistas?
¿Cómo fue posible esta restauración conservadora?
Por parte de la política y la economía se tendrán algunas respuestas. Ahora ¿qué análisis sacamos en el plano de las ideas ante los límites, primero, y los fracasos, después, de los gobiernos populares? parece ser materia pendiente.
Una idea recorre todo el compilado, es la idea de trascendencia. La realidad política pensada más allá del ahora inmediato. Esa pulsión de los militantes por la transformación social, entender la realidad como sujeta al cambio es la principal cualidad de estos artistas y de este disco.
El “NO” como punto de fuga de una idea positiva. Le digo “NO” a la estandarización de la vida, negando deconstruye y construye otro horizonte.
La soberanía cultural es un espacio que hay que habitar todos los días; en ese periplo las bandas La Lija y El violinista… gestaron y materializaron esta idea a través de veintisiete canciones (muchas de ellas compuestas exclusivamente para ser escuchadas aquí) que en la unidad plural no ven la belleza de las sábanas almidonadas sino al decir de Vicente: la cosa es tomar por asalto el palacio de verano y el de invierno. O cortar las rutas o cubrir de humo negro el cielo o morir de pobre en la soledad del silencio, como los elefantes mueren en los bordes de la selva.
Aquí, entonces, un grito de resistencia de un montón de voluntades sosteniendo la dignidad en un puño apretado contra la política del rencor a la que nos tienen acostumbrados las clases dominantes.


Escuchá acá el disco completo

Bonus track:

Manifiesto “Épocas. Expresión colectiva por un NO al neoliberalismo.
Las bandas, compañías, poetas, artistas plásticos, diseñadores, técnicos de grabación y músicos  que aquí firmamos, seguramente en nombre de muchos más con los que -porque todavía sufrimos el gran desmantelamiento cultural de los últimos 500 años, no nos supimos conectar para hacer más grande aún este acuerdo y este trabajo colectivo- suscribimos estas creaciones a la suma de conciencia del pueblo argentino en estos actuales momentos de su existencia, en este país de Sudamérica, parte de una patria más grande que algunos llaman por el nombre de Patria Grande, otros Ibya Yala, otros Nuestramérica y los nombres abundan como es varia nuestra composición. Sea la que fuere la acepción que se prefiera para denominar a nuestra tierra, es “neoliberalismo” el nombre que hoy damos a la longeva ofensiva cultural para la dominación y expoliación por parte de los países dominantes junto a sus aliados autóctonos. El neoliberalismo es la forma que toma la cultura de los intereses ajenos al pueblo americano y su principal estrategia es la de separar a los pueblos de sus realidades territoriales, económicas, políticas, sociales y culturales, oponiendo otra que genera los andamiajes para el control de nuestra subjetividad. Utilizando su poder constituyente de realidad, empoderando su discurso por sobre la realidad y la cultura popular real, el neoliberalismo, con renovado cinismo y voracidad, avanza sobre nuestros territorios dejando tras de sí un incalculable saldo de miseria, desunión y desmantelamiento de las redes solidarias de nuestras sociedades.
El trabajo cultural es el creador y legitimador de esos cordones umbilicales con nuestra tierra, nuestro pueblo y nuestra época. De ahí la inusitada ferocidad con que el neoliberalismo, mediante sus discursos y políticas, atenta contra ella, la cultura popular. Frente a esto no habrá ni posibilidad de resistencia ni alternativas de triunfos populares mientras no se conciba, sin que quepa duda alguna, que la lucha pasa hoy por la batalla de las ideas; la batalla cultural en sus muchos terrenos, y que esta no se puede entablar sin la existencia de acuerdos entre sus actores, la ansiada unidad, tanto en lo que refiere a lo específicamente gremial de sus intereses como a la conformación de una verdadera y duradera actuación orgánica en lo que es su campo natural, para crear un continente po(i)ético (que en nada atenta contra la diversidad de género, estilo, etc); los acuerdos de lectura del mundo y actuación cultural en la realidad que puedan posibilitar eventualmente una verdadera potencia transformadora del mundo.
La actividad cultural, como otras actividades lo son a su manera, es una legisladora de la vida y debilita, fortalece o inventa las estructuras bajo las cuales desarrolla su vida el pueblo. Esa es la responsabilidad nuestra y no debemos desatenderla desde la palabra que abre un verso a la nota que termina una pieza musical. Esta compilación de canciones, que como toda compilación es arbitraria y en absoluto exhaustiva, tiene músicas y letras de triste contemplación, rabiosas, irónicas, con esperanza, sin ella, literales, metafóricas, militantes y de todo género musical.
Pero todas ellas provienen de artistas que si bien no son todos, representan diversos sectores del heterogéneo mundo de la creación artística y han sido suscriptas aquí porque hay algo que todos vemos y sentimos y eso es el acuerdo fundamental y es también el concepto vertebral de esta compilación enmarcada en estas épocas y en estas tierras. Valga este trabajo colectivo en esta doble acepción: ensayo de acuerdo y posicionamiento entre actores culturales del hoy acá y revelamiento de nuestro ser popular en sus muchas posibles formas, una unidad plural.
Estos que aquí habemos pues, mediante nuestras creaciones, decimos
NO AL NEOLIBERALISMO,
SI A NUESTRA SOBERANÍA CULTURAL,
LIBERTAD A LOS PRESOS POLÍTICOS
VERDAD Y JUSTICIA POR SANTIAGO MALDONADO.



*LA LUNA CON GATILLO: Una crítica política de la cultura
Jueves de 19 a 20.30 horas en vivo por Radio Eterogenia (www.eterogenia.com.ar), la radio del Centro Cultural España Córdoba.
Fanzine digital de actualización diaria: https://lepondregatilloalaluna.blogspot.com.ar.

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